domingo, 26 de abril de 2009

NAVIDAD MEDIATICA

Diciembre, época para compartir en familia en compañía de todos nuestros seres queridos. Comienza a percibirse el olor del guiso de las hallacas que hace mama. Se pueden ver las avenidas adornadas con hermosos motivos y luces de colores. Todos preparados para celebrar el cumpleaños de Jesús, listos para despedirnos de todos los hermosos y a veces amargos recuerdos del año que termina el día 31 del último mes, según el calendario romano.
Pero me pregunto, ¿qué es diciembre para cada uno de nosotros?, ¿qué significa este mes en nuestra individualidad? La Navidad es una celebración propia de la religión católica o judeo-cristiana, una celebración por el nacimiento del "mesías" para los creyentes, de un "iluminado" para los devotos o un gran "loco" para quienes no comparten la religión. Para los empresarios y comerciantes es una excelente fecha para hacer dinero, para otros; vacaciones, algunos piensa en fiesta, pero no todos se ven en el mismo espejo. En mi caso, época de gran despilfarro de plusvalía.
Algunos cobran las utilidades y comienzan a preguntarse de color pintaran la casa, cuáles serán los nuevos motivos del arbolito, que pinta se pondrán para cada ocasión, y cuanto licor se debe comprar para celebrar el gran acontecimiento. Importante para todos, la pinta del 31 y la cena navideña. Y entonces, ¿qué significado tiene diciembre?
Es la época de consumo más importante del año, ni la crisis económica, ni el precio del petróleo, ni el calentamiento global, van a impedir que tengamos unas felices navidades, porque nosotros también tenemos la libertad de hacer con nuestro dinero lo que nos venga en gana. Porque lo ganamos con el sudor de nuestras frentes ¿Pero que es la libertad?
La palabra libertad, filosóficamente se suele tomar para designar la facultad del ser humano que le permite decidir llevar a cabo o no una determinada acción según inteligencia o voluntad; y políticamente para el derecho, o la capacidad y habilidad, de la libre determinación, como expresión de la voluntad del individuo. Según Montesquieu: "La libertad es el derecho de hacer lo que no perjudique a los demás." ¡Pero yo estoy perjudicando a nadie si me compro un par de zapatos de marca, o si me compro una caja de whisky, o si compro un arbolito grande que gire y tenga tantas luces o más, que un estadio de futbol!
Pero, ¿realmente soy libre porque decido cuando, donde y como comprar?, ¿Soy realmente el autor intelectual de mis decisiones? El principio básico mercadotecnia dice que: para que el ciudadano consuma debe tener la sensación de ser libre. Su libertad se reduce a adquirir y sustituir. En esencia, el consumidor se encuentra a un juego de tolerancias y prohibiciones, y por otro envuelto en una manera de estímulos. Estos le impulsan a actuar de una manera determinada, que él cree libre, pero su libertad choca con las prohibiciones establecidas por la convivencias [3]. Entonces la sociedad establece leyes, derechos y deberes, por tal razón los individuos poseen libertades en la medida que cumplen, o no, con sus responsabilidades ciudadanas. Su libertad termina, donde comienza la libertad de los demás.
El hombre ama la libertad, y desea ser libre. Afirmamos la hipótesis de Aristóteles que dice: "La libertad, la moralidad y la dignidad humana del individuo consisten precisamente en que haga el bien no porque esté forzado a hacerlo, sino porque libremente lo conciba, lo quiera y lo ame." Pero es libre en la medida que satisface sus necesidades materiales, o por lo menos las básicas, por tal razón aparecerán nuevas necesidades como: diversión, amor, seguridad, autorrealización y el crecimiento individual, razón por la cual, si se quiere conocer la motivación de la conducta, es necesario buscar las metas últimas y no aquellas otras superficiales, previas o básicas. Es por ello, que a veces la tierra da la vida a grandes seres, que soñaron con mundo diferente, que pelearon por la trasformación de la realidad que criticaban, aquellos altruistas que veían la necesidad mas allá de los simples objetos materiales, poetas, escritores, actores, y cantantes, que no se conformaron con lo estrecho y decidieron llevar a cabo el sueño por encima de muerte.
Pero lamentablemente la degeneración del hombre en los últimos años, de este sistema devorador de personas, ha convertido al hombre en, una “máquina de necesidades”. Es así como los mercadotecnitas especializados en el arte de mentir y crear imágenes o formas de simbolismo caprichoso, crean la necesidad de consumo extra ilimitado de los recursos. El simbolismo adherido a los objetos le es transmitido a través de la cultura, ¡y si esto es mentira que se quemen las luces del arbolito!

CONSUMO DE TRABAJO.
En los últimos años, ha habido una sobredeterminación de la vida por el trabajo, por ser exitoso económicamente, por elevar la capacidad de consumo o por la valoración misma de estar empleado. “Yo valgo en la medida que trabajo mucho”. En efecto, hay una gran presión por producir sin medir las consecuencias sociales ni cómo esto afecta la vida personal y familiar. El tiempo destinado al trabajo es un tiempo restado a las otras actividades, empobreciendo el quehacer de los individuos, sus grupos de referencia y la sociedad en general [2]. Esto quiere decir que el hombre y la mujer cada dia experimenta una fuerte necesidad de consumo, no se consume por necesidad, si no por capricho u obstentación de lo que implica el esfuerzo de nuestro trabajo, que a su vez va implícito en nuestro nivel de vida.
Otro fenómeno que se experimentan los consumidores y que esta estrechamente relacionado a las festividades navideñas es el hecho de que se tiende a envolver esta fecha en una metáfora de cuentos de hadas en donde existen sujetos como: villanos, heroínas, ayudantes, brujas etc. Todo tiene que salir perfectamente como se planifico. El sujeto se ve envuelto en una fantasía mediatizada por ciertos objetos, estereotipos, tradiciones y un cierto misticismo religioso, que va acompañado de un halo de esperanza y reconciliación, que promulga la idea de una mañana diferente, de uño nuevo que vendrá. Es por ello que en estas fechas en la mayor parte de las familias venezolanas se develan ciertos problemas familiares en los momentos más cumbres como la cena navideña, y que generalmente terminan en lágrimas, con una extensa charla entre primos, tías, abuelos, padres y toda la extensa lista familiar. El consumidor postmoderno tiene que ver con una actitud contempladora, bastante hedonista e individualista, donde los hechos aparecen como un espectáculo de los medios.



[1] Otnes Cele, y Lowrey Tina. 2003. "Los rituales contemporáneos Consumo: Una Antología de Investigación".

[2] Verónica Riquelme G. 2005. El tiempo de trabajo. .Temas Laborales Nº 11 artículo principal.

[3] Dumont Re né. 1978. Sociedad de consumo. Presento su candidatura (la candidatura ecológica) en las elecciones presidenciales francesas en el año 1974.

sábado, 18 de abril de 2009

Pretenciosa capital

Dueña de grandes senderos
Abres paso a tus caprichos en tan
hermosos linderos
ocultaste con astucia
su sonrisa extraterrestre.
con el resplandor que me tortura
me hundiste poco a poco, en el caos citadino.
ya la noche no es locura.

Mal oliente, pútrida,
el caos reina en ti!

Desplazaste la belleza de la alfombra natural que te cobija.
para dar inicio al riego, del concreto duro fausto.
que te da la alfombra roja.
en la fiesta de los pueblos.

Disipaste su perfume natural,
¡el de los bosques y el oxigeno!
asfixiaste los caminos
con tu pestilencia sepulcral.
de esta forma eres letal.
para el ahondar de mis suspiros.

Son muchos los miserables
que en tu suelo se cobijan bajo puentes y chatarra.
implorando tu piedad
y detrás de la verdad
eres tu la genocida.

Es tu ruido tenebroso
el que produce menos gozo.
cuando honda en mis oídos
de esta forma es el delirio
y la esquizofrenia que invaden
poco a poco mi razón
tu no tienes compasión
naturalmente predadora con motivo y con razón.

Algún día volveré a los campos…