domingo, 22 de marzo de 2009

ESTADO Y ECONOMIA

Hablar de economía, no siempre es hablar de números, porcentajes y términos extraños. En esta época histórica, es algo que podríamos considerar  muy común, debido a la crisis financiera del llamado septiembre negro del pasado año, que se inicio en los Estados Unidos de norte América, y que se extiende al resto del mundo.  Las diferentes hipótesis que se manejan acerca de lo que podría suceder en los próximos tiempos, generan ideas como: la desaparición del neoliberalismo, la planificación del estado, el repensar de las teorías clásicas económicas; así como algunos menos optimistas consideran esto como  solo un reordenamiento de la riqueza mundial, donde las grandes corporaciones de siempre, pero con nuevos atuendos, mantendrán la hegemonía financiera. Una situación que genera un grave desequilibrio en el mundo financiero virtual, cuya principal arma es la especulación y  los rumores.   Esto ha desembocado en uno de los debates más interesantes que han ocurrido a lo largo de la historia contemporánea: ¿Cuál debe ser el papel que el estado debe cumplir, dentro de los límites de la planificación económica frente a la crisis mundial?. ¿Que debe controlar? ¿Cómo controlarlo?  Esto sin duda es la clave para la permanencia de las economías más débiles, ante la peor debacle que ha tenido el sistema financiero mundial, que algunos llaman crisis del capitalismo.
Una de las perspectivas más interesantes y de muy vieja data fue la de Thomas Jefferson, uno de los grandes líderes de la independencia de los EEUU y su tercer presidente, aclaraba en una carta al secretario del tesoro nacional en 1802 lo siguiente: “Creo que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los ejércitos en armas. Si el pueblo norteamericano permitiera que los bancos privados controlen  su moneda, en primer lugar por la inflación, y luego por la deflación, los bancos y las empresas que crecen en torno a los bancos privarán  a las personas de todos los bienes hasta que  sus hijos despierten algún día  sin hogar y sus padres totalmente conquistados”. Esto fue sin duda, una especie de profecía para el pueblo norteamericano, que despierta hoy a la cruel y dura realidad de haber perdido miles de hogares, millones de empleos, y solo por la falta de control sobre el sistema financiero.
¿Como un estado puede desarrollar políticas que faciliten el aumento de la producción, si todo el poder productivo le pertenece a unas pocas minorías? ¿Es posible cambiar el sistema mono productivo de los países subdesarrollados, sin tener el control de la banca? ¿Cuando será posible un cambio de actitud en el ciudadano (trasformado en vil consumista)?. 
Ante esto el pasado 21 de Marzo el presidente Chávez anuncio las medidas económicas que tomara el ejecutivo nacional para hacer frente a la crisis financiera. Medidas a las cuales yo les agregaría otras tales como, revisión de los precios a  los cuales muchos entes gubernamentales pagan los  bienes y servicios que adquieren, acceso a los estados de cuenta de cualquiera que ejerza un puesto público, así como un mayor control en las licitaciones y el reforzamiento la banca pública. 

MEDIUM SACRUM

Los textos mediáticos sean impresos, en formato electrónico o audiovisuales, constituyen nuestra fuente más importante de conocimiento y ocio, como tal tienen un valor en el mercado como bienes de consumo. 
La publicidad se erige como un mecanismo de educación por el que el ser humano es “convertido” en consumidor, y su entorno natural aparece mercantilizado. La importancia de la publicidad como mecanismo de socialización puede entenderse si nos damos cuenta de que los niños y niñas ven más de 1.000 horas de televisión al año. La cultura del consumo se asienta en una serie de creencias, lógicas, símbolos, identidades y representaciones de la realidad por las cuales el individuo adquiere “consciencia” de que la verdadera realidad, e incluso su identidad, se fundamentan en la compra y venta de productos, que si bien no son necesarios, lo serán en el trascurso del tiempo. De manera que no es un mercado diseñado para satisfacer las necesidades del hombre (y la mujer): tienen que diseñar al hombre (y la mujer), para satisfacer las necesidades del mercado.
Mucho se ha teorizado y escrito sobre las necesidades, y en diferentes direcciones de forma coherente con la época concreta en que cada postura emergía. Este amplio abanico abarca desde Freud hasta nuestros días. Para Freud la necesidad es todo aquello que nace de un estado de tensión interna que encuentra su satisfacción por la acción específica que procura el objetivo adecuado como la bebida, el alimento y otros similares. Pero ¿hasta dónde estamos satisfechos? al respecto escribió un psicólogo humanista llamado Maslow en 1993, este concebía al hombre como un ser completamente diferente de todos los demás organismos, es decir, que la motivación del hombre es intrínsecamente diferente de la de los animales, y cuando sus necesidades básicas están satisfechas, la conducta de los adultos sanos y normales está determinada por un tipo diferente de motivación llamada crecimiento.  Maslow centra su obra en el campo de la competencia y el logro: el desarrollo completo del sujeto, la autorrealización y el crecimiento individual, razón por la cual, si se quiere conocer la motivación de la conducta, es necesario buscar las metas últimas y no aquellas otras superficiales, previas o básicas. 
El hombre y la mujer necesitan superarse -y aunque dentro de nuestro subconsciente, la superación este ligada al hecho de obtener un título universitario para postularse como ciudadano pre-exitoso, con una  casa grande, y una familia que tenga un ingreso mensual suficiente para no sufrir las calamidades de la sociedad violenta y subdesarrollada en la cual vivimos.  Se es ingenuo al asumir que estas conductas sean sinónimo de éxito en Latinoamérica, un continente plagado por un sistema económico y político que no emana de nuestras realidades. Muchas de estas alusiones son producto del sistema dominante que impera, el capitalismo y de la maquinaria mediática de la cual prescinde para mantener su hegemonía, ya que la superación es vista desde la concepción de poseer y no de ser.
¿Será posible para un campesino, obrero e inclusive un joven de clase media trabajadora consumar dichas ambiciones en Latinoamérica?, muchos que se han entregado al sueño dicen que si, ¿pero es la misma igualdad de condiciones entre desposeídos y poseedores? No, y aunque no sea el tema general de este artículo es importante destacar el antagonismo entre el sueño y la realidad, para desmembrar la verdad que se oculta tras la mentira mediática de aquellos que pretenden inducir un comportamiento modelado a una realidad americana que no es nuestra. Bastaría ver la cantidad de programas que  proponen esta América importada, en diferentes canales de televisión a través de novelas, programas de opinión, propaganda publicitaria,  series de televisión, radios con fines religiosos,  moda, el reality show, programas de belleza, novelas, y otros que generan la apariencia calqueada, las opiniones impropias o copiadas, en algunos jóvenes a consecuencia de esta avalancha comunicacional generadora de zombis manitas blancas.
Además de esto a través de los noticieros, programas de opinión, prensa, páginas de internet y cualquier medio comunicativo; se prepara el terreno para promover guerras, invasiones, disturbios, huelgas, etc. Un ejemplo de esto se observo el 11 de abril del 2002 en nuestro país cuando canales de televisión como Radio Caracas, Venevisión, Globovisión y otros prepararon un golpe de estado contra el gobierno del presidente Chávez, este intento por desestabilizar el gobierno se venia suscitando desde marzo de ese mismo año, mediante la convocatoria masiva a manifestaciones contra el gobierno. Otro ejemplo lo vimos en Haiti en diciembre del 2005, antes de las elecciones presidenciales la burguesía y la elite económica del país convoco una huelga general para pedirle a las tropas de la misión de paz de la ONU, destinadas en el país, que intervinieran militarmente en los barrios pobres donde se encontraban los partidarios del candidato progresista René Preval. 
De la misma manera muchos gobiernos y medios de comunicación estimulan conflictos religiosos y étnicos con el único objeto de dejar en segundo plano otros elementos más molestos para el poder, como el caso de la india donde se fomentan enfrentamientos entre hindúes y musulmanes, planteando la prohibición de escuelas musulmanas y otros lugares de encuentro de esa religión. No bastarían los casos en los cuales los medios se utilizan para promover golpes de estado, guerras, explosiones sociales o inclusive apoyar regímenes represivos como el caso de Pinochet en chile o de Carlos Andrés Pérez aquí en Venezuela. Pero mientras trascurre toda esta información -que si para algunos resultara importante- para la gran mayoría no lo es, y como alternativa se tiene toda una gama programas de televisión como los hemos mencionado anteriormente. 
Una característica de los textos mediáticos es que son bastante baratos y que están al alcance de todo el mundo, la publicidad trasmitida por medios audio visuales es gratis, tal es la razón de nosotros: los sudacas, tercermundistas, marginales, pobres, atrasados, y a veces incultos, seamos tan susceptibles a la dominación de los medios de comunicación, porque no tenemos que pagar por el sueño de la familia feliz, el joven rápido y furioso, el empresario exitoso, la modelo famosa, la muchacha pobre que llega a ser millonaria porque se casa con el galán millonario, y toda esta patraña de cuentos de hadas. Muestra de esto es Bolivia un país que tenía la tasa de analfabetismo más elevada de Latinoamérica, era uno de los que poseía más canales de televisión, puesto que es más fácil dejarse llevar por las luces y espectáculo visual que leer un libro, un periódico, ir a la escuela o quizás participar en un consejo comunal o una reunión de vecinos.

Del simbolismo religioso al simbolismo publicitario.

La religión y la publicidad aparentemente no tienen ninguna relación a primera vista, pero llega un momento en que ambos se acercan y se encuentran, aunque sin desearlo. Robert White en su libr: Cristianismo y comunicación en América Latina afirma que “la publicidad y la visión propagandística de la cultura tarde o temprano trata de incorporar los símbolos religiosos. Por otro lado, la condición de la extensión religiosa en un mundo técnico-capitalista es adoptar la forma del mundo”. La religión, en su intención extensiva, usa de las técnicas persuasivas que dispone la publicidad. Así mismo, la publicidad (con su intención abarcadora) hace uso de temáticas religiosas -mitos, ritos populares, etc. 
La publicidad no debe ser vista sólo por sus formas, sino como creadores de lo religioso, la publicidad es una institución central en la producción de los símbolos y mitos de la sociedad industrial capitalista. Así, el modelo de comunicación publicitaria puede compararse con el proceso de la salvación, donde inicialmente se plantea la situación negativa pecadores que necesitan de una salvación que llega a través del Mesías-producto y su mensaje. 

Finalmente nos hemos convertido en una sociedad en la que cuanto más tenemos, más queremos, en nuestra búsqueda de salvación, placer, bienestar individual, o superación. Con el fraccionamiento de la sociedad hemos olvidado la esencia que nos distingue como seres racionales, dispuestos a tomar medidas radicales para cambiar el mundo desequilibrado en el que vivimos. Todos en general hemos llegado a ser unos grandes consumistas, en la medida de que si sale en la televisión, tengo que comprármelo, si lo dice tal o cual diario es verdad, si se lo pone fulanita es moda, pero además de esto hemos dejado que el mundo se mueva según el capricho del imperio de la industria capitalista. Por ello no debemos tener miedo al reivindicar la propiedad pública y colectiva de los medios de comunicación y el control democrático del acceso a esos medios. No nos engañemos, la amenaza de hoy no es el control de la comunicación por un gobierno. Es el control por un oligopolio de empresas televisivas.
 Estamos en la era de la comunicación. Y los métodos se han desarrollado a una velocidad mucho mayor que nuestra capacidad para defendernos de ellos […] nunca afirmaremos con suficiente contundencia que la primera reacción que debe generar el hecho comunicativo de masas en el individuo moderno es la desconfianza [..] hoy los medios son la perfidia de la civilización y los hombres y mujeres armados con la lanza de madera deben enfrentar el fusil de asalto de las técnicas comunicativas. Si eso es grave cuando se aborda la publicidad para el consumo o la industria del entretenimiento, mucho más los es cuando se utiliza para maniobrar con las mentes en un asunto tan grave como la violencia y los valores a ella asociados.  SERRANO, P. 2007. Violencia y medios de comunicación. Ensayo presentado para la revista: Pensar a contra corriente.   Ana M de la I